Éste es el segundo libro que leo de Reverte. El otro que leí es Canta Irlanda, y me encantó, así que no me lo pensé mucho cuando me ofrecieron dejarme este libro de viajes por el Ártico. En Mares Salvajes cuenta el viaje del autor por el paso del Noroeste, que comunica los océanos Atlántico y Pacífico por el norte de América. Es un paso habitualmente congelado, que el calentamiento global ha hecho practicable todos los veranos, pero que hasta hace poco se abría por periodos más cortos e incluso había veranos en que no llegaba a abrirse.

El libro cuenta el viaje a borde de un carguero ruso de un grupo de turistas, principalmente de países anglos, más bien mayores. Gente culta e interesada por la historia de los exploradores del Ártico.

A medida que avanzan en el paso, el autor va contando las historias de los exploradores históricos: Frobisher, Parry, el gran Amundsen y Franklin, que murió con toda su tripulación al mando de los barcos Terror y Erebus. Con un barco llamado Terror no sé qué esperaban. Hace poco vimos en casa la serie Terror de HBO basada en esa expedición, lo que ma ha ayudado a disfrutar más del libro.

Las historias de esos exploradores son tremendas. Quién les mandaría meterse en esos fregaos. Me ha dado por pensar que la Inglaterra imperial fue capaz de montar un sistema de incentivos, a base de premios, prebendas y honra que animó a muchos a lanzarse a esas expediciones, y de alguna manera me recuerdan a los emprendedores de hoy, aunque estos solo se juegan la fortuna, mientras que aquellos se jugaban fortuna y vida.

He leído esta obra en un volumen que me han dejado que llevaba años en una estantería de un apartamento de la costa. El libro está amarilleado por la humedad, lo que le da más encanto aventurero. Hay que reconocer que es un buena edición si ha aguantado años de humedad y a varios lectores.

Me han gustado estos versos de Baudelaire que cita Reverte en el libro, y me han recordado a un amigo viajero:

Baudelaire